Primero mezclamos en la mesa o en un recipiente grande la harina, el azúcar, la mantequilla y el huevo y con las manos integra todos los ingredientes. La masa es diferente a la masa de pan, ésta es mas pegajosa (por la mantequilla que lleva) la cual es necesaria para darle a la miga de la tartaleta esa textura como la que se ve en la foto. Integra todo hasta que la masa no se te pegue demasiado de las manos. Envuélvela en papel film (envoplast) y la guardamos en la nevera por media hora.
Enmantequillamos una bandeja para que no se pegue, estiramos la masa con un rodillo y la colocamos sobre la bandeja. Si es plana puedes darle con el rodillo o con la mano sobre la misma bandeja y se nos hará más fácil de esa forma. Reservaremos un poco de masa para los bordes y los adornos en forma de rejilla.
Luego que ya tengamos la masa extendida en la bandeja, esparcimos la mermelada, y la adornamos. Tomamos un poquito de masa y vamos rodándola por la mesa con ambas manos hasta formar una tira (si, así como hacíamos con la plastilina en el kinder!) y la colocamos encima diagonalmente de un lado y de otro.
La horneamos a 200° por 20 – 25 minutos, pero ya saben, le meten el ojito de vez en cuando chequeando que no se nos vaya a quemar.